01 BIOGRAFÍA Selección de críticas Nunca ha sido fácil componer con voz propia. Sergio Blardony es un compositor distinto, no sé si por su formación atípica, o por su curiosidad singular, que le hace encontrar vetas de fascinación donde los demás solo ven ganga. En "Dieser Satz liegt in der luft" Blardony vuelve a distinguirse sin necesidad de romper nada. A diferencia de obras anteriores, aquí usa un sonido pleno y desinhibido para dibujar vaivenes dramáticos. "Nadie recuerda tan poca luz a estas horas", repetía a modo de mantra la
inquietante voz de la narradora, sobre un fondo de atmósferas sombrías y
llenos orquestales apoteósicos. Era el estreno absoluto de "La
trayectoria de la sombra". Una obra de carácter sinfónico, de gran
formato, de 25 minutos de duración, con una enorme carga trágica
impactantemente expresada por la Joven Orquesta Nacional de España. La
Jonde, a las órdenes de José Ramón Encinar, con un ajuste soberbio,
imprimió a la obra de Sergio Blardony un dramatismo desbordante,
resaltando unos textos lúgubres [de Pilar Martín Gila], bien nutridos de anáforas. Recurso
estilístico que contribuyó a una cohesión interna magistral en esta gran
obra, compuesta por encargo de la Asociación Española de Orquestas
Sinfónicas y la Fundación Autor. Compositor y orquesta recogieron el
aplauso encendido del público. [...] Por su parte, el compositor madrileño Sergio Blardony establece en CAGE SONata “Cuando el deseo calla y la voluntad descansa”
(2019) un diálogo con John Cage, tomando del genio norteamericano no
sólo su virtuosismo en la escritura instrumental (impresionantes, las
dobles cuerdas por parte de Aguilera), sino ecos de las sonoridades
orientales que tanto gustaban a Cage (como la de los cuencos tibetanos) y
una inmersión en el pensamiento aleatorio del californiano que da lugar
a un despojamiento del rol de poder del compositor en la propia
partitura, que se abre progresivamente a que el violonchelista incluya
otras composiciones (en este caso, dos fragmentos provenientes de la Suite para violonchelo Nº1 op. 72 (1964) de Benjamin Britten y de la Sonata para violín y violonchelo
(1920-22) de Maurice Ravel). A mayores, un recitado apenas susurrado de
frases de John Cage establece un marco reflexivo, meditativo y
espiritual, cual ceremonial budista. Con partes plenamente determinadas
por Blardony y otras que, desde puntos que el madrileño explicita para
incluir entre las acciones del intérprete, CAGE SONata es una
obra de densa polifonía, al sumar todas estas fuentes acústicas, a pesar
sus asomos de levedad, tanto en las resonancias de los cuencos
tibetanos como en las fricciones en armónicos del arco, o en los ecos
infantiles que aquí aporta Britten. La interpretación de Juan Aguilera
es de muchísimos quilates, en una partitura que transciende lo puramente
violonchelístico para, desde su despojada respiración, abrazar todo un
artefacto camerístico que va del violonchelo a la percusión y a la voz,
pasando por algo tan cageano e importante (también para Blardony) como
el silencio. [...] Finalmente, Lo grotesco (y ahora escucha, por dentro), de Sergio Blardony, la más teatral, la más elaborada en el apartado escénico, con presencia de actores acompañando a las dos cantantes, nuevamente soprano y mezzo. Lo grotesco se presenta tanto como lo nuevo como por lo distinto a través de actores y músicos que en el escenario nos enseñan el nacimiento del cuerpo desnudo mientras en palcos enfrentados las cantantes dirimen en sus opuestas tesituras el texto cantado. Marta Knörr, presente en las tres obras da empaque y aporta una voz de densidad notable además de la credibilidad que transmite en la credibilidad que otorga a las obras que interpreta. La soprano Margarita Rodríguez, presente en las obras primera y tercera enseñó una voz de coloratura y agudos fáciles, contrastando de forma conveniente y necesaria con la de su antagonista. Ambas cantantes, con la voz amplificada, hicieron uso continuo del diapasón en busca de la ajustada afinación dentro de unas partituras de enorme complejidad técnica. Muy oportuna la audición de Un soplo que vacía el pecho (2016), de Sergio Blardony (1965); en tanto que obra que reflexiona sobre la guerra (el conflicto de los Balcanes) a partir de textos de Pilar Martín Gila. La introspectiva estética del madrileño se reivindica desde los primeros instantes, antes desde luego de que los músicos introduzcan el texto “como bocanadas de materia sonora”, insertando lo textual como material sonoro puro, desgajado de toda intencionalidad semántica. Toda esa violencia interior que exuda la obra de Blardony fue transmitida en una escucha que, muy pertinentemente, se sitúo al final, como cierre en unos momentos más dados a la introspección que a la alharaca. García is joined by José Manuel Román and David Apellaniz in a detailed
and convincing performance of this almost new trio for the not-so-common
combination of clarinet, viola and cello. On an unconscious level,
pitch and events are being guided by mathematical principles. The
texture is transparent throughout, and there actually are no lengthy
passages for the tutti ensemble. This is for the most part a very subtle
and delicate piece with constantly changing colors, and which is often
pointillistic in melodic style, at times sugesting Webern in its
aesthetic and string effects. The clarinet is often given a solo role.
Writing for García, Blardony makes liberal use of multiphonics
throughout the work. The composer makes effective use of string
harmonics and other string effects. This is a very sensitive and
effective performance of a fascinating new work and well recorded. [...] Muy intenso el Himno a la intemperie (2015) de Sergio Blardony (1965) en su uso de la recitación pregrabada, con una tímbrica (la del soberbio violín de Antequera) muy cuidada [...] [...] Por último, pero no por ello menos interesante, éramos testigos de la interpretación de la obra Un soplo que vacía el pecho de Sergio Blardony sobre textos de Pilar Martín Gila. En esta, se nos presenta en un panorama puramente musical un elemento simbólico evidente: el rugido de un león, que se escucha mientras el cuidador del zoo intenta salvarlo de la guerra humana. Esta obra creó una atmósfera única e intimista, que paralizó por completo al público por su profundidad y crudeza. Ciertamente, Blardony, con sus dos obras presentadas -(Entre el murmullo y el vuelo y Disembodied)-
consigue acercarnos a lo que, digamos, son algunas de las esencias,
entre otras, de este cine: la luz, la palabra, y la lentitud de su
tempo. Entre el murmullo... combina muy bien la electrónica -sonidos
hirientes a veces-, con el directo del saxofón, y los poderosos textos,
tanto grabados -con esas campanudas voces que nos hablan desde la
pantalla-, como los que recita la actriz. Textos entrecortados que lo
mismo hablan de cosas domésticas, como de aseveraciones fundamentales.
El ambiente inquietante que logran todos esos elementos, y el matiz de
trascendencia, se consigue. [...] Blardony es una de las voces más activas de la música contemporánea española con obras para todo formato e instrumentación, desde instrumentos solistas hasta orquesta pasando por diversas formaciones de cámara, electrónica, etc. Es habitual en su obra la creación de piezas basadas en textos literarios y es aquí donde encontramos a la otra mitad del proyecto que traemos hoy al blog: la escritora Pilar Martín Gila y su poemario “La Cerillera” cuyos textos sirven de base para las composiciones de Blardony. [...] Sergio Blardony empezó a componer inspirado por textos de Pilar Martín Gila prácticamente desde sus primeras obras e incluso entre las más antiguas y hoy descatalogadas ya encontramos composiciones basadas en textos de Pilar, tanto en prosa como en verso. En esta cadena continua de inspiraciones que saltan de un artista a otro, la obra que hoy comentamos y que lleva el título de “Despertar otra vez”, se basa en “La Cerillera”, poemario de Pilar Martín Gila inspirado en el célebre cuento de Hans Christian Andersen. El material musical también parte de otro pre-existente aunque no concebido como tal y es aquí cuando volvemos a Nancarrow. Blardony, en sus propias palabras, extrae los sonidos previos a las primeras perforaciones de los rollos de pianola de los “estudios” de Nancarrow y también los posteriores al final de la obra. Lo que suena cuando aún no ha sonado nada y cuando todo ha dejado de sonar. En cierto modo es también lo que ocurre con los poemas de Pilar Martín Gila que nos narran todo el dolor y la violencia que queda al margen en el trágico cuento navideño de Andersen. [...] La electrónica fue también el vehículo empleado por Sergio Blardony para su Ese es el interior, composición bien elaborada, minuciosa, contrastada, de irisaciones atractivas, de curso bien medido y de refinada elaboración. [...] Con "Secuencias, fragmentos, recuerdos..." se afianza Sergio Blardony (Madrid, 1965) como compositor con cosas que decir y oficio para decirlas. La obra concatena gestos musicales atractivos con un certero sentido de la organización del flujo musical para constituir obra y no quedarse en mera sucesión de aconteceres sonoros. El papel del violoncello (excelentemente servido por Mañero) como aglutinante tímbrico es un acierto. [...] Así fue, pues, y el resultado sonoro, que es lo que más importa, fue sorprendente y original; hermoso y coherente. Trece piezas para piano y electrónica o piano solo, con dos interludios en los que resonaba también con tratamiento electrónico la voz de Pilar Martín Gila. Eran especialmente fascinantes algunos momentos de las piezas de piano y electrónica en los que las voces de coro parecían provenir de espacios siderales y de tiempos inalcanzables, cual si pudiésemos escuchar ahora voces remotas transformadas a través del tiempo. Difícil explicarlo, para sentirlo hay que escucharlo, por supuesto. Sergio Blardony ganó el Premio SGAE a los treinta años. Ese acierto del jurado enriqueció el panorama musical español con una voz decidida y personal [...] Su primera composición, "Jaikus de luz y de sombras" (1995), es una delicia de colores sutiles, una sucesión de breves gemas. Ha escrito luego más de cuarenta obras detallistas y muy trabajadas. "En el cuerpo vacío del presente, un grito", con texto de Pilar Martín Gila, es la última.
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